¿Qué es la Fisioterapia?
La Fisioterapia es una profesión sanitaria, tal y como recoge la LOPS (Ley 44/2003 de Ordenación de las Profesiones Sanitarias).
Según la Organización Mundial de la Salud, los fisioterapeutas evalúan, plantean y llevan a cabo programas de rehabilitación (tratamiento) para mejorar y recuperar las funciones motoras, maximizar el movimiento, aliviar los síndromes dolorosos y tratar y prevenir las alteraciones físicas asociadas a enfermedades , lesiones y otras discapacidades. Aplican un amplio abanico de técnicas como el movimiento y los medios físicos. También desarrollan e implementan programas de prevención y detección de enfermedades y trastornos físicos comunes.
La WCPT (Confederación Mundial por la Fisioterapia) indica que la Fisioterapia implica la interacción entre el fisioterapeuta, los pacientes/clientes, otros profesionales de la salud, familias, cuidadores y comunidades. Los fisioterapeutas buscan maximizar la calidad de vida en el ámbito de promoción, prevención y tratamiento teniendo en cuenta las cuatro dimensiones del ser humano: físico, psíquico, social y ético/espiritual.
Los fisioterapeutas están calificados por:
- Realizar un examen/valoración integral de Fisioterapia.
- Evaluar los resultados del examen/de evaluación por:
- Formular un diagnóstico, pronóstico y plan de Fisioterapia.
- Proporcionar atención dentro de su experiencia y ámbito competencial y determinar cuándo los pacientes/clientes necesitan referirse a otro profesional.
- Implementar un programa de tratamiento.
- Determinar sus resultados.
- Realizar recomendaciones de promoción de la salud y autocuidado para los pacientes.
- Y en cada submenú de FISIOTERAPIA, añadir los textos que copio a continuación:
EJERCICIO TERAPÉUTICO
Hoy en día sabemos que una enfermedad, lesión o dolor, afectan a la calidad de vida ya las capacidades físicas de la persona. Por ello, una parte fundamental del abordaje es recuperar las capacidades físicas afectadas. Las guías y recomendaciones de consenso internacional recomiendan la realización de ejercicio terapéutico.
El ejercicio terapéutico es la realización de movimientos y acciones corporales con el objetivo de mejorar síntomas de una lesión/patología mejorando la función y mejorar/mantener los niveles de salud. Desarrollar la fuerza, resistencia, capacidad cardiovascular, estabilidad, coordinación, equilibrio y movilidad.
De esta forma conseguimos:
– Modificación de síntomas
– Reducción del dolor y fatiga
– Mejorar la calidad de vida y autonomía
– Cambios motivacionales y aumento de la autoeficacia, seguridad y confianza
– Superar conductas relacionadas con la evitación al movimiento recuperando la participación en las actividades del día a día
– Respuestas analgésicas y antiinflamatorias
– Mejorar el estado de la lesión/patología
– Regenerar tejidos
– Aumentar condición física y metabolismo del organismo
– Disminuir grasa corporal y cambiar composición corporal
– Disminuir discapacidad, riesgo de enfermedades y aumentar supervivencia
– Mayor función cardíaca y eficiencia de capacidad pulmonar
FUERZA SALUD
Como hemos explicado anteriormente, el ejercicio nos ayuda a vivir una vida más larga y saludable.
Una parte fundamental del ejercicio terapéutico en patologías como el cáncer, la artrosis, la diabetes o la osteoporosis es el entrenamiento de la fuerza.
A medida que envejecemos, más importante será incorporar el entrenamiento de fuerza a nuestras vidas debido a que vayamos perdiendo células musculares y por tanto, limitándonos en nuestra vida familiar y vida independiente: levantarse de la silla o subir escaleras, por ejemplo.
Trabajar la fuerza aporta mucho más que tener músculos más fuertes. Por ejemplo, mejora cómo el cuerpo procesa los alimentos para ayudar a prevenir la diabetes o también hace que sus huesos tengan una mejor densidad.
Pero esto no es todo, entrenar bastante también mejora nuestra salud mental.
Planificar una buena progresión de ejercicios de fuerza, nos ayuda a:
– Disminuir riesgo de enfermedad cardiovascular y enfermedades crónicas
– Mejorar componentes metabólicos, cardio-respiratorios, endocrinos, neurológicos, musculares, cognitivos y psicosociales
– Reducir niveles de estrés, ansiedad y depresión.
– Reducir riesgo de mortalidad inducida por el cáncer
– Reducir y revertir los niveles de caquexia
– Reducir y prevenir los efectos secundarios de los tratamientos
– Recuperar la capacidad funcional
– Mejorar la calidad de vida
– Mejorar composición e imagen corporal